Skip to content Skip to sidebar Skip to footer

¡Existen relaciones de pareja sanas, no perfectas!

El comportamiento humano no es algo imprevisible que ocurra porque sí o porque exista algo intrínseco en la persona que le lleve a comportarse de una determinada manera. La conducta de un individuo mantiene una regularidad en la interacción con su entorno y del mismo modo, sucede en las relaciones de pareja. Una relación de pareja sana es un dar y recibir, una interacción e intercambio en el que se forma un patrón de funcionamiento compuesto de pensamientos, conductas y emociones y en el que se encuentra tanto la serenidad y equilibrio como el deterioro y los problemas de la pareja.

¿Por qué decimos que existen parejas sanas, y no perfectas?

Todos sabemos que la convivencia no es fácil, aprender a vivir juntos requiere del entendimiento de dos personas con hábitos diferentes que han de compartir el mismo espacio pero es que además, los cambios que se producen a nivel personal y externos conforme pasa el tiempo y que suceden en cualquier pareja influyen en la convivencia y producen un desgaste. La pareja ha de adaptarse a dichos cambios e ir poniendo en marcha estrategias para ir lidiando con diferentes situaciones pero cuando las estrategias fallan, no existen o no se llega a un acuerdo respecto a ellas surgen conflictos que provocan malestar deteriorando el estado emocional de cada miembro y por tanto, incrementándose la insatisfacción dentro de la pareja.

En muchas ocasiones el conflicto surge por la interpretación que hacemos del problema. El amor no  es algo impreciso y abstracto que aparece o desaparece sin más, el amor es conducta y una pareja es feliz cuando ambos se comprometen en el intercambio de conductas gratificantes para la pareja y para sí mismos. Entendiendo así el amor, nuestro marco de actuación se amplía y por tanto, nuestra percepción de control cuando aparecen los contratiempos.

Claves para construir una relación de pareja sana

Basándonos en esta concepción del amor podemos construir relaciones de pareja sanas estableciendo distintas áreas en las que actuar, pudiendo de esta forma identificar de dónde procede el déficit y así actuar, ya sea para mejorar, restaurar o cambiar.

  • La intimidad implica la cercanía, la confianza en lo que se siente y lo que siente tu pareja, la conexión y afecto entre los miembros, así como el interés por el bienestar del otro. Esta intimidad se refleja en el mantenimiento de una actitud favorable hacia el otro, el deseo de compartir información personal y actividades y por último y más importante, comunicar ese afecto a través del contacto físico y las verbalizaciones.
  • La pasión es el deseo de unión físico y/o emocional con la otra persona.
  • El compromiso es la constancia en el mantenimiento de la relación tanto en los buenos como en los malos momentos, lo que implica, el apoyo y el interés en afrontar y superar las dificultades a pesar de las circunstancias.

Por último y haciendo referencia de nuevo a la interpretación que hacemos del problema, también resulta de interés concebir el hecho de que no siempre está en nuestras manos arreglar las cosas pero ello no significa el fin o cese temporal de la relación. Las adversidades que aparecen no siempre hallan respuestas en el repertorio de soluciones y recursos de la pareja y la acumulación de situaciones conflictivas no resueltas suelen conducir a crisis importantes. En estos momentos en que parece que es inviable que todo vuelva a ser como era en un pasado o como te gustaría que fuese, la terapia de pareja puede actuar como un recurso formidable aportando nuevas perspectivas y soluciones para mejorar la relación de pareja y el bienestar personal.

Por UPAD Psicología y Coaching

@upad_pc

Abrir chat
Hola
¿En qué podemos ayudarte?