En los últimos días hemos leído en las noticias que la Comunidad de Madrid quiere apelar al teletrabajo para combatir la alta contaminación que sufre la capital. Para ello, quiere que, de forma voluntaria, las empresas con más de 250 trabajadores diseñen planes con medidas especiales de movilidad, flexibilidad de horarios y la posibilidad de ofrecer teletrabajo a sus empleados, con el objetivo de reducir así los flujos de tráfico que generan tanta contaminación en la Comunidad de Madrid.
Para poder insertar esta nueva modalidad de trabajo debemos analizar el sistema en la que se organizan la mayoría de empresas, las cuales, están generalmente orientadas a un modelo temporal, donde lo que premia es el tiempo, frente a un modelo más humanista basado en la escuela de relaciones humanas donde se trabaja por objetivos y se tiene en cuenta el factor personal del trabajador.
Por tanto, lanzamos una pregunta para que os haga reflexionar: ¿nuestra sociedad y cultura laboral están preparadas para insertar el teletrabajo como modelo laboral?
Teletrabajo: ventajas e inconvenientes
Pueden ser muchas las ventajas y muchos los inconvenientes el trabajar a través de esta modalidad que ya se lleva a cabo en otros paises europeos. Depende de cómo se implante, de cómo eduquemos a nuestros trabajadores y sobre todo, de la cultura laboral que queremos desarrollar en nuestra empresa.
Para ello debemos introducir el teletrabajo de forma gradual, como por ejemplo, dedicar dos días en semana a trabajar desde casa y tres desde la oficina. Es importante establecer un horario que no sobrepase las 6-8 horas pues es muy importante aprender a desconectar. Durante ese tiempo tendremos que enseñar al trabajador a saber organizarse, orientando su rendimiento hacia la consecución de objetivos. Trabajar para alcanzar metas puede ser la clave para que el trabajador esté más motivado y quiera dar lo mejor de sí mismo. Esto se traducirá en una mayor productividad por su parte.
También es fundamental fomentar el contacto con los compañeros de trabajo organizando reuniones periódicas presenciales. No podemos olvidar este aspecto pues a través de la comunicación se pueden generar nuevas ideas de negocio y una mayor productividad a la hora de trabajar en equipo.
Si no se establecen las medidas apropiadas, o mejor dicho, si no se forma a los trabajadores en este sistema y cultura que sugiere el teletrabajo, pueden aparecer inconvenientes que reduzcan considerablemente el rendimiento, el bienestar y la productividad de los empleados.
También pueden aparecer problemas de comunicación, de habilidades sociales, de relaciónes familiares, distracciones, etc. que pueden mermar las capacidades del trabajador.
Por tanto, es fundamental que las empresas destinen parte de su presupuesto a la formación de los empleados en habilidades, competencias y capacidades para poder llevar a cabo sus tareas a través del teletrabajo.
Por Fernando Callejo