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La importancia de la escucha activa

La escucha activa se caracteriza por el interés que mostramos en el mensaje que recibimos, y cómo tenemos consciencia de lo que nos tiene que decir la otra persona. De esta manera, estamos recibiendo de una forma activa el mensaje que nos está lanzando el emisor. Entonces, la escucha activa, no se limita a oír a la otra persona, sino a estar totalmente concentrados y ser conscientes del mensaje que se nos está haciendo llegar.

Escucha activa, ¿cómo podemos trabajarla?

La escucha activa no solo se emplea en conversaciones informales con tus amigos, sino que es una práctica base en la mayoría de las psicoterapias, ya que logra transformar una conversación normal y distante, en una conversación en la que las dos partes se involucren, esforzándose, por alcanzar el bienestar común.

Aunque se pueda pensar que la escucha activa, es una tarea fácil, no lo es, ya que requiere de un esfuerzo de nuestras capacidades cognitivas y empáticas.

Un elemento muy importante, que hay que tener en cuenta, para realizar la escucha activa es la predisposición que debemos tener para realizarla de forma correcta. Así, la preparación interna, prestar atención al emisor, identificar el mensaje correctamente y elaborarlo, juegan un papel muy importante a la hora de practicar una escucha activa, ya que debemos en parte, elaborar el mensaje que recibimos y comprenderlo en su totalidad.

Por otra parte, para ejecutar una correcta escucha activa hay distintas señales, tanto verbales como no verbales.

Señales verbales y no verbales

En cuanto a los comportamientos no verbales, encontramos como factor más importante el contacto visual, ya que muestra que se está prestando atención al mensaje y a lo que siente el emisor en ese momento. También si vemos que el receptor se inclina ligeramente hacia delante, esto demuestra una postura corporal receptiva. Por último, y por supuesto, es de vital importancia la no distracción del receptor.

En cuanto a las señales verbales, parafrasear partes del mensaje nos ayuda a elaborar dicho mensaje y, además, verificar lo que quiere expresar la otra parte. Así también, encontramos que resumir el mensaje que nos llega demuestra que se está haciendo una gran escucha activa. Podemos también hacer preguntas para que así se clarifique el mensaje.

Beneficios de la escucha activa

Por último, la escucha activa, tiene muchos beneficios de los que podremos gozar con su práctica. La escucha activa es una manera de crear vínculos sanos y duraderos, y conocer mejor a la otra persona, a su vez aumenta la capacidad de solución de conflictos ya que nos garantizamos que no se distorsione alguna de las partes del mensaje evitando así malentendidos. Aumenta la empatía ya que ayuda a ponerse en el lugar del otro y así entender sus circunstancias.

Como conclusión, la práctica de la escucha activa solo trae beneficios y es algo que es básico para las interacciones interpersonales diarias.

Por Alberto González Lafuente

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