La relajación es una de las técnicas que más se usan en la psicoterapia. El objetivo es reducir el nivel de activación que tiene una persona a la vez que se logra un bienestar a nivel físico y mental. Utilizar técnicas de relajación nos ayuda a prevenir o luchar contra muchos problemas o enfermedades que surgen debido a excesivos niveles de activación, como pueden ser el estrés o la ansiedad.
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Primeras experiencias con la relajación
Enocasiones puede resultarnos difícil relajarnos, pero mediante la práctica de técnicas de relajación se consigue aprender. Por ello, las primeras veces que experimentamos sensaciones derivadas de la relajación podemos sentir desde hormigueo en brazos o piernas hasta sentir pesadez o presión en una determinada parte del cuerpo.
Existen diversos tipos de relajación según la técnica que utilicemos, pudiendo destacar aquellas que se realizan a través del cuerpo mediante respiración o contracción/distensión muscular (más útiles para personas que tienen dificultades para abstraerse) o aquellas que se hacen a través de una imaginación guiada (para incrementar la paz mental y generar un estado de calma).
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¿Qué logramos con la relajación?
A través del uso de técnicas de relajación podemos conseguir entre otros beneficios:
- Disminuir la intensidad del dolor.
- Incrementar nuestra abstracción.
- Favorecer el autoconocimiento.
- Descansar mejor.
- Estado de ánimo positivo.
- Reducir los niveles de estrés y ansiedad.
- Disminuir el riesgo de hipertensión.
- Disminuir la tensión de nuestros músculos.
Si nos encontráramos en una situación donde es difícil que nos relajemos o estuviéramos muy ansiosos, podemos recurrir a los métodos de relajación abreviados, que aunque no logran reducir los niveles de activación de forma tan efectiva como una relajación más profunda, nos ayuda a prevenir la aparición de ansiedad, genera una sensación de confianza, autocontrol y autoeficacia.
El uso de técnicas de relajación es apto para todas las personas y se obtienen múltiples beneficios como vimos anteriormente, pero es especialmente indicada para aquellas personas que presentan problemas relacionados al estrés y ansiedad como fobia social, ataques de pánico o personas con miedo a hablar en público.
En una sociedad donde todo va tan rápido y se nos exigen recursos físicos o mentales de los que no disponemos, el uso de técnicas de relajación resulta muy útil, no solo como medida para tratar diversos problemas, sino que también permite prevenirlos obteniendo simultáneamente beneficios para mejorar nuestro bienestar.
Por Antonio Serrano García